América Molina y Juan Saravia: El teatro como memoria histórica

La directora y el dramaturgo de “Cero” nos cuentan cómo se elaboró la obra y el rescate de historias invisibilizadas por la dictadura militar.

América Molina Burgos es actriz titulada de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Juan Saravia es investigador documental y dramaturgo autodidacta. Ambos fundaron el colectivo Teatro de Operaciones en el 2019, y actualmente están presentando la obra “Cero” en el Teatro Camilo Henríquez, que estrena su cartelera 2023.

“Cero” presenta un formato híbrido ficción-documental, utilizando imágenes y audio de archivo, mientras nos presenta a tres combatientes que se organizan frente a la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. Un relato que valora, rescata y visibiliza las voces de las mujeres que fueron parte de la resistencia armada.

A continuación te dejamos la entrevista que tuvimos con su directora y dramaturgo, para conocer más sobre la elaboración de “Cero” y los alcances del teatro respecto a la memoria histórica.

¿Cuál es la misión principal del colectivo?

América: Hay un ejercicio de ficcionar lo documental y, de ahí, lo volvemos operación escénica, es decir: luz, sonido, actuación. De manera que también se evidencia que no es una puesta en escena documental naturalista, sino que más bien es poner en escena una parte de distintos relatos, sobre todo relatos bien invisibilizados.

Ponerlos en escena de manera atractiva. Considero importante que sea interesante para la audiencia, entretenida de ver, que no sea como un documento como tal. A modo personal, respeto mucho a quienes hacen teatro documental biográfico,  pero yo creo que es necesario despegarse de la biografía para también poder entenderlo como algo más contextual y generacional, más que algo individual. No es mi trabajo poner en escena tal cual las cosas, sino que más bien ficcionarlas.

Para ir entendiendo ese universo creativo que tienes, ¿cuáles serían tus referentes artísticos?

América: Es como una lectura que no sé si una logra hacer, pero pienso que siempre ha estado en mi cabeza Brecht, pero sin entender todo su universo. No me considero una gran conocedora de Brecht, pero opino que hay una manera de entender lo escénico, que tiene irrupciones, podría ser un poco brechtiano y también yo creo que en la narrativa. Sin ser una copia de eso, hay mucho de Radrigán en nosotros, en la perspectiva de tomar personas, entre comillas, marginales o invisibilizados por la historia oficial, no hablan como hablan los personajes de Radrigán, pero si tienen esa perspectiva.

No es que se plasmen necesariamente pero tambien me gusta entender de Shakespeare como esta noción de espectáculo, en el sentido de que si bien son obras íntimas, más “radriganezcas”, también tiene esa noción de que tiene que entretener al público, o sea un público que puede, entre comillas, molestarse, como esa sensación de que estás siempre con espectadores, no pienso en un realismo con la cuarta pared, aunque debo reconocer que siempre hay un realismo igualmente..

También entendiendo este universo creativo, ¿cuáles creen que son las ideas o puntos claves para entender Cero?

América: “Cero” es la puesta de escena de historias invisibilizadas de luchadoras y luchadores, algunos viven todavía, que se enfrentaron a una dictadura perversa, Tiene eso de la resistencia de personas que con mucho coraje y, sobre todo, con mucho ingenio son capaces de poder hacer acciones. Esta historia la situamos principalmente en los años 80, en la dictadura, pero también tiene un salto a la revuelta, desde el 2019 que vivimos acá, hay una resistencia al sistema neoliberal impuesto a sangre y fuego.

Javier: Son tres personas que son parte de una orgánica que, con muy poco, sueñan con derrocar una dictadura y lo que pasa es que son ese sueño y con eso poco que ellos tenían podían hacer mucho, podían dejar sin luz – en ese tiempo- a una ciudad completa. Podían hacer muchas cosas porque tenían la convicción, la valentía, la agudeza, de poder saber cómo pelearle a un gigante tan grande.

Esta historia cuenta que en un principio, ellos siendo parte de una organización política o de un partido político, incluso, que era el Partido Comunista o las Juventudes Comunistas, a fines de los años 70, sin permiso de su organización, ellos empezaron a organizarse, pensando en una resistencia armada a la dictadura.

Esto está apoyado en tesis, nosotros nos apoyamos en varias tesis de investigación. Ellos comenzaron a presionar internamente a la organización de que ya no podían seguir recibiendo la represión, sino que había que combatirla.

América: Son tres combatientes y es como una escuela de guerrilla básica, donde aprenden distintas técnicas para poder resistir a la dictadura de Pinochet. El relato está intervenido, eso es super importante, por canciones y por registros audiovisuales que nosotros tenemos, las canciones son creadas por Sofía Zagal y otras por Mario Cáceres, que están en escena. Entonces tiene una actualidad en sí mismo y es como su punto de vista también, ahí se plasma harto de ellos.

Nosotros tenemos videos, registros inéditos de un audiovisualista que es muy relevante para Chile que se llama Pablo Salas, que él fue quien registró junto a Rodrigo Casanova, que es otro cineasta, ellos son quienes registraron estas acciones en los 80.

Javier: Y se muestra ahí como un documento

América: Un documento que él nos pasa a nosotros como su archivo de manera totalmente generosa. En general es como una tendencia en nuestro trabajo como Teatro de Operaciones y también es algo que me identifica mucho: Cada vez que hacemos una obra, la investigación es súper de campo, nosotros vamos con las personas que son, buscamos, investigamos. En nuestro caso, hay un trabajo con compañeras y compañeros.

Javier: De hecho, las imágenes que se muestran de la actualidad de la revuelta, las grabamos nosotros mismos.

América: Hay un rescate de verdad de historias que son super invisibilizadas. Porque se habla harto de los 50 años, pero no se habla tanto de la autodefensa a la que tuvieron que llegar las personas en un contexto de masacre, esto fue una respuesta bastante tardía en los años, porque era la muerte, estaban al borde de exterminios.
En ese contexto hubo personas muy valientes, muy ingeniosas, que con muy poco tuvieron que hacer autodefensa.

Lo es endiosar, que está bien, pero son compañeras y compañeros que son comunes y corrientes, no es una heroína Marvel, no hay un superhéroe, son personas que de hecho tienen, en su mayoría, formación de organización. Son personas que pasan muy desapercibidas, no son personas que se hagan notar, es más bien, desde ese lugar más bajo perfil.

Es impresionante el trabajo académico, periodístico y de historia que hacen al momento de preparar una obra.

Javier: Para nosotros fue hermoso. Imagínate, mi viejo murió cuando yo tenía nueve años, entonces yo prácticamente lo conocí muy poco, porque de esos nueve años, seis años vivimos en clandestinidad.

Yo conocí a un papá, pero mi papá tenía otra historia que la he ido conociendo a medida que he ido investigando junto América, junto a otros compañeros. También fui conociendo que mi papá también estaba ahí, estuvo involucrado en cosas bien importantes, la gente conocía a mi papá.

Entonces ha sido muy hermoso, esta experiencia de Cero y lo más hermoso ha sido que ellos se hayan abierto con nosotros.

América: Incluso también aparece harto una compañera que fue ejecutada, que es Esther Cabrera, y también es relevante porque va pasando el tiempo y se va perdiendo esas historias que en realidad, a nuestro punto de vista, si no hacemos el ejercicio de la memoria va a desaparecer todo y se va a volver a repetir la historia. Es importante que el pueblo vaya teniendo su propio aprendizaje

Javier: Ahí también hay un trabajo de investigación que realizamos porque cuando la gente la secuestraban, la asesinaban, la ejecutaban, la CNI también iba a las casas y se llevaba todo vestigio de ellos. Se llevaban álbumes familiares, se llevaban todo, entonces prácticamente, además de asesinar a una persona, lo hacían desaparecer. Ahí nosotros descubrimos varias cosas, cómo se obtiene la única foto que existe de ella, cómo se pudo saber de ella, entonces todo eso lo contamos en esta historia que es “Cero”.

América: También me parece super importante porque insisto que es como generacionalmente, mundialmente, en esta cultura occidental, hay un salto tecnológico que las generaciones más nuevas no pueden ni dimensionar. Porque, por ejemplo, en el caso de Esther, borraron su fotografía, se llevaban los álbumes, había todo un asunto de que ahora no sucede, porque están los celulares, está internet, están las redes sociales.

La comunicación (antes) era en vivo, por papelito, cosas como el casete, cosas que son en sí mismas casi que jurásicas, como de un tiempo que es lejano, y que en verdad no es tan lejano. Estas historias están super invisibilizadas, la organización del Frente Cero y las mujeres en esta organización, y no han pasado tantos años, del 80 no han pasado tantos años, y parece que fuera hace dos siglos.

Ya que esta obra está dentro del Ciclo de Mujeres del TCH, me gustaría saber tu visión de la mujer en el teatro actual, como creadora, como artista, como ejecutora

Yo siento que las mujeres siempre han estado en todas, quiero decir que siempre hemos estado las mujeres. Felizmente, ahora es más visible eso, de que dirijamos, de que otras compañeras actúen, me parece que hay muchas compañeras en la escena teatral que les está yendo super bien, que nos está yendo bien, y creo que eso es super importante para la historia, como en este empoderamiento de en contra de un sistema patriarcal, que aplasta, que quiere dictaminar qué es lo que es. Yo siempre me remito a la historia.

Fui a la sala del Teatro Camilo Henríquez y abajo está Isidora Aguirre (una foto). A mí me emociona, porque yo la conocí, era amiga de mi mamá. No partimos hace muy poco, siempre hemos estado. La Isidora estuvo ahí, encuentro que no se le reconoció, entonces a mí me da lata, nunca ganó nada, pero ahí está, no sé por qué me dio pena, pero yo la conocí. Era una viejita chiquitita muy amorosa, muy dulce, tengo un libro autografiado de ella, no sé por qué me emocionó, pero la vi y la saludé.

Insisto, no creo que sea una nueva ola, yo no creo en eso, creo que viene desde antes. Isidora Aguirre estuvo ahí y así tantas viejitas, no creo que sea solo un despertar de ahora, yo al menos no me siento situada como en esa ola del feminismo, siento que somos herederas de mujeres como ella.

Es importante en lo político, porque por ejemplo la Isidora también tiraba un rollo político, no lo escondía, era de izquierda, hacía sus obras de izquierda. Es importante también visibilizar eso, que hay una postura política. Nosotros somos anticapitalistas, nosotros estamos a favor de la igualdad.

Mi opinión es que las mujeres siempre hemos estado, no es de ahora, no soy yo la primera, ni fue la compañera hace cinco años. No, esto es una posta, siempre hemos estado y vamos a estar porque así es la historia, entre hombres y mujeres, pero es importante ir luchando contra ese patriarcado.

 

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